Con ello, el país se convierte en el decimotercero del mundo en adherirse a la iniciativa dedicada a la aplicación de normas medioambientales destinadas a reducir los daños causados a los arrecifes por los buceadores.
En Costa Rica, la iniciativa será implementada por la Misión Tiburón a través del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC). La iniciativa se puso a prueba inicialmente en uno de los centros de buceo y snorkel de Costa Rica, en la provincia de Guanacaste.
Al comentar la nueva iniciativa, Ilena Zanella, directora de la Misión Tiburón, declaró:
«La industria del buceo y el snorkel es un importante aliado para promover las prácticas de conservación de nuestros ecosistemas marinos y costeros. Gracias a la implicación natural de la industria con estos ecosistemas, se pueden mitigar las amenazas y establecer una industria de buceo y snorkel más sostenible que siga los estándares internacionales de Green Fins.»
Por su parte, James Harvey, director de The Reef-World Foundation, declaró
«El turismo marino en Costa Rica está creciendo rápidamente con una gran demanda de turistas nacionales e internacionales que vienen a visitar las increíbles especies marinas que ofrece el país. La aplicación de las mejores prácticas y directrices a través del enfoque de las Aletas Verdes con el apoyo del gobierno de Costa Rica es fundamental para garantizar que este mercado se gestione de forma sostenible, protegiendo los valiosos ecosistemas marinos en los próximos años». El equipo nacional del SINAC y la Misión Tiburón han establecido objetivos ambiciosos pero realistas para lograr un alto nivel de adopción de las ALETAS VERDES entre los operadores de buceo y snorkel de todo el país. Esto reducirá las amenazas locales al medio ambiente marino y aumentará la resistencia de los corales y otras formas de vida marina a los impactos globales más amplios, incluido el cambio climático».
