Llega la temporada de avistamiento de ballenas en Costa Rica

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  • Las costas del Pacífico se convierten en el destino ideal del país de la Pura Vida para el avistamiento de ballenas jorobadas desde julio y hasta el próximo mes de octubre.
  • Se trata de una de las actividades más representativas de la temporada en Costa Rica, uno de los pocos países en el mundo abiertos totalmente en tiempos de pandemia, donde no se necesita para entrar ni prueba pcr negativa ni cuarentena.

La costa del Pacífico se convierte en el destino idóneo para la observación de ballenas jorobadas de la Antartida, una de las actividades más atractivas de la temporada en el país de la Pura Vida. El avistamiento se produce anualmente, de julio a noviembre, por la llegada de las ballenas jorobadas a diferentes puntos de esta parte de la costa tica para llevar a cabo su ciclo de reproducción.Las ballenas jorobadas provenientes del Hemisferio Norte visitan Costa Rica  de diciembre a abril.

Se trata de una actividad idónea para diferentes tipos de viajero, ya sean familias, parejas o amigos, que se puede realizar en barcos con ocupación de hasta ocho personas cumpliendo estrictamente con los protocolos de seguridad establecidos en el país. Su duración promedio es de tres horas y media por la costa y el paquete incluye frutas, bebidas y el equipo necesario para realizar snorkeling.

Algunos escenarios naturales para el avistamiento

La localidad de Quepos, puerta de entrada al Parque Nacional de Manuel Antonio, en el Pacífico central, es uno de los destinos por excelencia para observar a este tipo de animales.

Además de recorrer senderos rodeados de fauna silvestre y descansar en paradisiacas playas son opciones que prometen cautivar sus sentidos.​

La magia de la playa y el verdor del bosque se juntan en un solo lugar, y el resultado es un paraíso natural. No en vano el Parque Nacional Manuel Antonio es el Área Silvestre Protegida que recibe la mayor cantidad de turistas nacionales e internacionales.

El Parque también le ofrece un bosque tropical muy húmedo donde coexisten especies de flora y fauna en peligro de extinción, un manglar, ambientes marinos, islas y una laguna de 14 hectáreas.

Posee gran riqueza de flora y fauna. Se han registrado aproximadamente 352 especies de aves, 109 especies de mamíferos, variada fauna marina y 346 especies de vegetales. Dentro de las especies de fauna más sobresalientes se pueden observar el mono titi (especie emblema), el mono cara blanca, mono congo, el perezoso de 2 y 3 dedos, el mapache, el pizote, aves como el tucancillo y muchas otras especies más. 

Junto a él, el Parque Nacional Marino Ballena, en el Pacífico sur, es otro escenario natural para contemplar el fenómeno. Su formación rocosa y de arena semejante a una cola de ballena lo convierte en una seña de identidad de esta parte del país y en uno de los “must” para observar ballenas jorobadas. Comprende en su área terrestre las playas de Uvita, Colonia, Arco, Ballena y Piñuela, mientras que en su área marítima se encuentran las rocas Tres hermanas, Roca la Viuda, Isla Ballena y el Tómbolo o Cola de Ballena. Esta diversidad hace que el parque nacional esté compuesto de diferentes ambientes como acantilados, arrecifes, playas arenosas, playas pedregosas, manglares, bosque primario y bosque en sucesión.

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