Costa Rica iluminó la pasarela de Mercedes-Benz Fashion Week de la mano del diseñador Juan Duyos con una explosión de ‘Pura Vida’, a través de la colección primavera verano 2020 creada por el diseñador e inspirada en los paisajes del país y la flora y fauna, así como sus gentes y su artesanía local, sin olvidar la apuesta del destino por la sostenibilidad.
El proyecto de colaboración entre el diseñador Juan Duyos y el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) denominado “Un diseñador, una princesa y un destino” ha contado además, con Carla Royo-Villanova como embajadora. Tras el inicio del proyecto, que tuvo lugar en el marco de la Feria Internacional de Turismo celebrada en Madrid, el diseñador de moda visitó el país para conocer de cerca sus atractivos y trasladar después su experiencia a la pasarela.
Ha sido la primera vez que Juan Duyos crea una colección completa a partir de un destino turístico internacional: “estoy encantado de hacer una colección dedicada a un país tan bello y con una naturaleza tan exuberante. Ha sido un viaje inspirador, vuelvo con la cabeza llena de ideas, aromas, colores y sabores e impregnado de la belleza de un país tan exótico”.
Baile de colores, artesanía y sostenibilidad
Los valores e identidad de Costa Rica marcaron el punto de partida en una colección en la que se refleja, a través de un baile de colores y materiales, la esencia tropical de este país. Juan Duyos ha recuperado la artesanía para dar forma a una propuesta que aúna tradición y sostenibilidad, valores que desde siempre le han acompañado en su trayectoria y que se reafirman con fuerza cada edición sobre la pasarela.
Duyos ha reflejado la calidez y la pureza de la tierra de Costa Rica a través de formas ágiles e inolvidables texturas que evocan la naturaleza con tejidos de chiffon y pedrería. Una colección interpretada por una gama cromática potente y viva, con el verde simulando el bosque tropical y los tonos rojos y anaranjados como las flores ticas.
El ‘Pura Vida’ que recorre Costa Rica no es una expresión caprichosa. Su curiosidad se encuentra fuera de lo establecido, los contrastes y el magnetismo de Costa Rica indican el lujo verdadero de la colección: artesanía y tradición.
A esta nueva propuesta hay que sumarle el valor añadido de los complementos. Una de sus protagonistas es Mayela, una mujer de una pequeña aldea costarricense que decidió recoger los plásticos y las botellas que se encontraba a su paso por la orilla del río. Para reflejar la exultante belleza de la vegetación de su entorno, decidió convertirlos en auténticas joyas que han puesto el broche de oro a este desfile. La siguiente protagonista es Shirley, artesana de San José, propietaria de un pequeño taller de souvenirs que consigue transformar el vidrio en exquisitas diademas florales. Una colección llena de pura vida.
Además, la puesta en escena emuló a través de los sonidos, la música, la luz y la decoración el viaje sensorial y exótico al país tropical y mostró los contrastes y el magnetismo del país de la Pura Vida.
Un diseñador, una princesa y un destino